El precio de un buen jamón ibérico tiene unos rangos marcados por la calidad del producto y lo costoso de su producción. Por este motivo, ver una oferta de jamón ibérico suele llamar la atención. Es posible que encontremos un producto a la altura de su nombre, pero también que nos la estén intentando colar. En este post te explicamos las trampas más habituales para que puedas distinguir una buena oferta de la que no lo es.
Una de las claves del sabor de las piezas de ibéricos es que los tiempos de curación permiten desarrollar todos sus aromas, texturas y matices. Esta es la razón por la que existen tiempos marcados para poder catalogar las piezas de jamón ibérico y paleta ibérica.
En el primer caso, aquellas piezas de menos de 7 kg deben alcanzar los 600 días de curación, casi 20 meses. Los jamones de más de 7 kg llegarán a 24 meses para poder ser considerados ibéricos. En el caso de las paletas, están estipulados 12 meses de curación sin importar el peso.
Eso sí, debe tenerse en cuenta que esto son los mínimos: hay productores que consideran que el jamón alcanzará su plenitud tras más de tres años de curación y que las paletas necesitarán más de dos.
Se trata de uno de los motivos más habituales para lanzar una oferta de jamón ibérico. Con estos problemas, la pieza puede mostrarse dura o con una textura poco agradable. Aún peor, una mala curación puede llevar a aromas y sabores que no se corresponden con un producto de esta calidad.
Piezas enteras (con hueso), deshuesadas y en lonchas
Una forma de contrastar que se han cumplido los plazos de curación y la edad de la pieza que vamos a comprar, pero también si el cerdo del que procede estuvo en montanera (que tiene lugar de octubre a marzo) o se alimentó de pienso sus últimas semanas, es con el sello MAPA.
Este sello debe ir tatuado en cada jamón y paleta ibérica e indica, a través de 4 cifras, el momento en que empezó la salazón: las 2 primeras indican la semana y las 2 últimas el año. A través de su lectura, podrás calcular si el resto de etiquetas y la propia oferta ofrecen una información verídica.
El sello MAPA es una de las principales comprobaciones que debes llevar a cabo siempre que vayas a comprar una pieza de este tipo, pero especialmente si se trata de una oferta de jamón ibérico. Por este motivo, pero también por las pistas que puede dar el aspecto exterior del producto, desconfía de los jamones que se venden envueltos: más aún si no te dejan retirar el envoltorio antes de comprar.
Esto es complicado que ocurra con la regulación actual, pero también debe tenerse en cuenta. Si te están ofreciendo un jamón 100% ibérico (solo precinto negro, un jamón pata negra), debe pesar más de 5,75 kilogramos; si se trata de una paleta 100% ibérica, serán más de 3,7 kilos.
Cuando se trata de 75% o 50% de raza ibérica, en el caso de los jamones deberán superar los 7 kilos, mientras que en el de las paletas los 4 kg. Por supuesto, estamos hablando en todos los casos del peso final, tras la curación correspondiente de la que hablábamos antes. Fíjate bien en que todas las etiquetas y cada aspecto coinciden.
Ante una oferta de jamón ibérico, lo más deseable sería poder probar el producto que vamos a adquirir o, al menos, uno del mismo lote. De esta manera, evitamos de antemano una sorpresa desagradable al llegar a casa.
Como esto muchas veces no es posible, es fundamental saber si se podrá devolver y las condiciones. Por ejemplo, ¿se podrá realizar una devolución una vez empezado? ¿Qué porcentaje de dinero nos podrán reembolsar? ¿Nos entregarán otro jamón? Otro aspecto de las condiciones a tener en cuenta es quién se encargará de pagar los posibles gastos de envío o retorno de la pieza. Por supuesto, cuanto más completas sean estas garantías, mayor confianza ante la oferta y el vendedor.
La razón es que hay productores que se han especializado en las ofertas de jamón ibérico. La forma de evitar que una mala partida les pueda perjudicar es cambiar la marca cada poco tiempo: "queman" una marca y pasan a la siguiente.
Una manera sencilla de comprobar que no estamos ante este tipo de práctica es que todos los envoltorios coincidan: las etiquetas del jamón, la caja, etc. Si ves que aparecen marcas diferentes, ¡sal corriendo!
Una tarea más laboriosa, pero efectiva, es investigar la marca por Internet. Si hay poca información, sospecha, pues puede ser una de estas firmas creada cada poco tiempo. De la misma forma, si solo hay comentarios positivos, pueden haber sido creados por los productores: por desgracia, no todas las tiradas salen al gusto de todos los consumidores.
Si encuentras comentarios positivos y negativos, si parecen legítimos y provenientes de compradores reales, puedes comenzar a hacerte una idea de por dónde va la cosa en cuanto a la oferta que has encontrado.
Comprar productos de esta calidad, con el reclamo y fama que tienen, no es sencillo. Por ello, es mejor ser cauto ante una oferta de jamón ibérico. ¡Esperamos que estas claves te sean de utilidad!
En IberGour, solo encontrarás ibéricos seleccionados bajo estrictos criterios y con toda la información de manera transparente. Por ello, si te surge cualquier duda, ponte en contacto con nosotros: estaremos encantados de ayudarte.