La bodega que conocemos actualmente es fruto de la unión de dos de las familias con mayor tradición vitícola de la región del Penedés: los Gramona y los Batlle. Tras cinco generaciones dedicadas a la vid y al vino, Gramona ha conseguido situarse entre las marcas más reconocidas de la zona. Dispone de cuatro fincas -La Plana, Mas Escorpí, El Serralet y la Solana- donde se cultiva uva de variedades como xarel·lo, chardonnay, pinot noir y macabeo. Una de las principales características de la elaboración de sus vinos es la clarificación con huevas de vejiga de pez para eliminar las impurezas que quedan tras la fermentación.