Contra el cambio climático poco se puede hacer desde una consejería autonómica, pero este no es el único enemigo de las dehesas. El envejecimiento del arbolado y la despoblación son las otras dos grandes amenazas de este ecosistema tan peculiar. Para evitar su deterioro, la nueva ley pretende ayudar a quien decida convertir la dehesa en su medio de vida, ya sea aprovechando su potencial turístico, para el pastoreo de ganado (cerdos pata negra, ovejas y vacas) o para obtener corcho. La producción de vino de calidad está en máximos históricos y el corcho natural todavía es el mejor material para que los vinos envejezcan de forma óptima.