La mangalica es una raza de cerdos asentada en Hungría que procede de la rama mediterránea, como el cerdo ibérico. Hace unos quince años estuvo al borde de la extinción, pero una empresa segoviana la ha rescatado y recuperado para delicia del paladar porque su carne con grasa entreverada es exquisita.
El mangalica es muy peculiar. Su pelo se vuelve rizado en primavera, dándole al cerdo un aspecto de oveja, y el porcentaje de grasa es el más alto entre los cerdos. Esta última propiedad es la que interesó a la empresa segoviana Monte Nevado, que buscaba cerdos muy grasos para que sus jamones y lomos tuvieran una maduración lenta y, en consecuencia, una mayor riqueza aromática.
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