Adenex, una asociación ecologista, calcula que en los últimos 50 años habrían desaparecido el 40% de la superficie de dehesa. Según recoje en un artículo el periódico Extremadura al Día, esta degradación se inició en los años 60 y 70, cuando se produjeron arranques masivos con cargo a proyectos de regadío intensivo, canalizaciones o presas.