La Maratón de las Arenas es una de las más duras del mundo. 250 kilómetros de arena y piedras a través del desierto marroquí, con temperaturas que oscilan entre los 45 grados durante el día y los cinco por la noche. Según unos participantes españoles, hay dos tipos de corredores: los químicos y los tradicionales. «Los químicos llevan barritas energéticas, geles, pastillas y esas cosas. Los tradicionales llevamos lomo y jamón ibérico, turrón, mazapán, almendras y queso curado», comentan. También llevan comida liofilizada, que se disuelve en agua y se transforma en macarrones, paella o papillas de bebé. «La de ocho cereales con miel de toda la vida».
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