Proliferan las granjas de porcino, principalmente ibérico, en plena crisis del sector agrícola castellano y leonés. La razón es sencilla: cada vez hay menos matanza tradicional (cerdos caseros) y paralelamente se ha incrementado la demanda mundial de jamones y embutidos de calidad (Japón se lleva el 69% de las exportaciones salmantinas).
Fuente: Tribuna de Salamanca.